Los voluntarios de Mensajeros de la Paz en Melilla, repartiendo chocolate caliente y, dulces a las personas que se encuentran en situación de calle en esa ciudad. Con la bajada de temperaturas se agradece un café caliente, pero sobre todo el cariño con el que se les trata . La empatía para abordar la vulnerabilidad de la acción social es la mejor virtud de nuestros voluntarios,